El hombre que cruzó 14 veces el Atlántico, al comienzo como uno mas de los que allí iban, terminaría siendo el apóstol de los indios.

Embarcó para las Indias en Sanlúcar de Barrameda en 1502, acompañando a su padre y a su tío, en la flota del nuevo gobernador Nicolás de Ovando. Bartolomé llevaba el espíritu aventurero como tantos otros, regresó a España, donde recibió las órdenes sacerdotales, en 1510 embarcaría de nuevo en Sanlúcar de vuelta en la Española, donde cantó su su primera misa.

En 1512 llamado por Pánfilo de Narváez pasó a Cuba para su conquista como clérigo, sintiendo desde el primer momento la necesidad de ayudar a los indígenas, comenzó a considerar la miseria y a predicar en favor de ellos.

Se desplazó a Santo Domingo para contactar con Fray Pedro de Córdoba y explicar la necesidad de ayudar a los indígenas, decidiendo enviarlo a España, junto a Fray Antonio de Montesinos, entrevistándose con el Rey en diciembre de 1515, a la vista de lo que le contaron, el cardenal Cisneros decidió enviar a Santo Domingo a los frailes jerónimos, para valorar la situación de los indígenas, partieron de Sanlúcar el 11 de noviembre de 1516, Bartolomé embarcaría en Sanlúcar días después que los Jerónimos pero estos, a su llegada se pusieron de parte de los conquistadores. Pronto en La Española, los Jerónimos entraron en conflicto con Fray Bartolomé de Las Casas y los dominicos, enviando a Bartolomé nuevamente a España.

Tras una larga estancia y una serie de entrevistas, el 19 de mayo de 1520 consiguió sus objetivos con la aprobación Real, tras la parada obligada en el convento sanluqueño de Santo Domingo, embarcaría nuevamente en Sanlúcar camino de las indias a principios de 1520. A su llegada, volvieron a fracasar sus objetivos, siendo su idea establecer a los españoles y clérigos que llevaba de manera pacífica, acercándose a los indígenas, y prometiéndoles conservar su libertad, así oirían mejor la predicación del Evangelio.

Estaría hasta 1527 en el convento dominico de la Vega Real en Santo Domingo, siendo elegido prior del convento dominico de Puerto Plata. En 1531 comenzaría a escribir un memorial para el Consejo de Indias pidiendo la liberación de los indígenas, llegando el año 1534 junto a otros dominicos al Perú, para defender nuevamente a los naturales de la zona. Regresaría a España a finales de 1539, en busca de mas misioneros para difundir la fe cristiana, siendo nombrado obispo de Chiapas y consagrado en Valladolid el 30 de marzo de 1544. Gran recibimiento tuvo lugar en Sanlúcar al obispo dominico, con un gran numero de misioneros embarcó en Sanlúcar el 9 de julio de 1544 con rumbo a Santo Domingo, dirigiéndose a su diócesis a la que llegó a principios de 1545, volvería a España en 1547, no volvería a las indias. Moriría en Madrid en julio de 1566.